¿Por qué solemos pensar que siempre debemos soportar los embates de la vida con dureza?
¿Realmente está tan mal en ocasiones sentirnos frágiles?
Entiendo a la vulnerabilidad como un gran poder porque nos recuerda que somos seres emocionales.
Algunas de esas emociones nos trasladan a vivir en el momento presente. Y eso desde mi punto de vista es positivo.
Sentirnos en ocasiones vulnerables también nos ayuda identificar lo que nos duele, es decir, nuestras debilidades e imperfecciones “naturales”.
También es valioso porque reconocerlas es el primer paso para aceptarlas como parte de nuestra personalidad o para tomar el valor que necesitamos y hacer cambios que mejoren nuestra calidad de vida.
Ser vulnerable no es lo mismo que ser débil.
Sentirnos vulnerables es una señal de que estamos viviendo plenamente.